martes, 15 de julio de 2014

PETICIÓN OTORGADA



Sin embargo, en esa Petición había causa para profunda reflexión, no fuera a pasar que esos bellos Seres exquisitos —representativos de la Divinidad de cada hombre, mujer y niño— proyectando esa presión y deseo a través del corazón y alma, pudiera despertar instantáneamente en toda la raza un hambre y sed de virtud, y no hubiera pastores entre todos los hijos e hijas del hombre que les dieran una comprensión de la Ley; que los alimentaran sabiamente con equilibrio y amor; y que la estampida de las conciencias que se despertaran a la Verdad Espiritual no encontra­ran un equilibrio apropiado a través de los Guardianes de la Raza que, desafortunadamente, se enredaron tanto como los rezagados a quienes vinieron a servir. De manera que aunque la Petición surgió de diez mil millones de Santos Corazones Crísticos, la Sabiduría de la Ley fue tal que sólo a 2,000 se les permitió la oportunidad de aumentar la presión de Su Voluntad y deseo para manifestar la Perfección Divi­na a través del ser externo. Y estos 2,000 se asignaron a los Espíritus Guardianes de quienes se esperaban estarían en el punto de desarrollo y madurez tal que cuando se les otorgara una Dispensación mayor, pu­dieran ser el balance, la guardia y los directores de la conciencia de la humanidad en proceso de despertar. En vista de que la respuesta de estos 2,000 mostró mérito, la Ley aumentó una vez más la Dispensación y le dio a 200,000 bellas Presencias la oportunidad de exteriorizarse a través de la forma externa. Y aún otra vez la Dispensación le fue otorga­da a un millón, y luego a 10 millones.

Es a USTEDES —que han recibido los benefi­cios de la presión adicional de sus Santos Seres Crísticos, la cual los ha traído a esta Actividad— que les hablo, ya que ustedes son los Pastores del Nuevo Día. No podemos descargar a esos otros bellos Seres Crísticos la oportunidad de alcanzar sus propios seres externos hasta que los Pastores estén preparados, anclados y en toda medida "aptos" para manejar las energías de las masas, las cuales cual grandes mareas del mar barren de un lado para otro, hasta que sean guiadas y canalizadas a través de ustedes hacia la propia comprensión de la Vida.



UNA PETICIÓN PRESENTADA POR DIEZ MIL MILLONES DE SERES CRÍSTICOS

Yo estaba presente en esa reunión cuando más de diez mil millones de brillantes Figuras Blancas — (cada una como un Ángel de Luz)— se reunieron y a través del Gran Serapis, elevaron una petición a la Ley pidiendo la oportunidad de verter la Luz de Su Amor a través de sendas personalidades que Ellos habían sostenido, con la esperanza de que en alguna parte a lo largo del Sendero de la Vida, cada quien pudiera acudir de nuevo a su Benefactor y preguntarle qué le dio por dar libremente vida y sustento; qué le dio por dar el cuidado y la protección; qué le dio por dar cuerpo nuevo tras cuerpo nuevo asignado a un alma que desgastó cada cuerpo precedente tan rápidamente como los sentidos podían capturar la vida y aplastarla dentro de la satisfacción de los apetitos y pasiones momentáneas. 


¿Pueden ustedes sentir Conmigo la reacción de la Ley de este Universo según la encarnan los siete Jueces del Tribunal Kármico cuando dicha petición fue proclamada? ¿Podría el Amor Encarnado negarle a Seres de Perfección dicha paciencia y oportunidad para auto-realizarse? ¡Oh, no! ¡El regocijo surgió en los corazones de los Miembros del Tribunal Kármico! ¡El regocijo surgió en los corazones de los Dioses que crearon este Universo! ¡El regocijo surgió en el alma y corazón de Sanat Kumara y de todos los miembros de la Hermandad que se han sacrificado para ser los Guardianes de la Raza! ¡El regocijo surgió a través de la mismísima Tierra, sobrecargada por la mortaja de los pensamientos y sentimientos de la humanidad, con la esperanza de que, al fin, en vez de disolución, la Tierra pueda conocer la LUZ y ser aceptada y bienve­nida como un miembro permanente del Sistema Solar al cual pertenece y empero en el cual ha tenido que inclinar con vergüenza la cabeza por cuenta de la radiación, no de su propia hechura sino de los "invita­dos" que ha albergado y que sostiene con su Vida! 

UN SOLO PODER EN EL UNIVERSO



Oh, seguramente, preciosos hijos de Dios que buscáis el sendero de retorno a Casa a la Maestría, que buscáis alivio y liberación del dolor, de las sombras y la oscuridad, de la limitación y vasallaje de toda índole y descripción, seguramente ustedes pueden aceptar que la Presencia de Dios es Todopoderosa, y que está más cerca que los pies y las manos, más cerca aún que el mismísimo aliento en vuestras fosas nasales, ya que la Presencia es la Vida que palpita en vuestros corazones. Tengo el más profundo deseo de ayudar a todos y cada uno de ustedes —individualmente— a que acepten que en este universo sólo hay UN PODER que puede actuar, y que ese Poder actúa para ustedes según la Fe que tengan en Él. ¿Acaso rehusarán aceptar que viva dentro de vuestro cuerpo físico se encuentra la Llama sanadora? ¿Que vivo dentro de vuestro cuerpo físico se encuentra el infinito Poder Suministrador de toda necesidad y requerimiento que podáis tener? ¿Que viva dentro de vuestro cuerpo físico está la Iluminación de vuestra conciencia exter­na? ¿Y que viva dentro de vuestro cuerpo físico está la Inteligencia mediante la cual todas las formas pue­dan cederles la Perfección que está contenida en su propia esencia primigenia?

Los conozco bien. Los he conocido durante mu­cho tiempo —mucho antes de que hubieran escogido auto-aceptarse como estas limitadas y mortales formas de decadencia. Yo atestigüé la creación de vuestro propio Glorioso Ser Crístico desde el Cuerpo de los Padres-Dioses de esta evolución, extrayendo de Su Propia Luz, moldeando de la Sustancia-Luz Universal esos cuerpos exquisitamente perfectos, encendiéndo­los con el Fuego de la Creación, confeccionados con abundante gracia.

¡Ojala pudiera poner Mis manos sobre vuestros ojos para que las escamas puedan ser descartadas de ellos y puedan ver revelado el Patrón Divino y Plan de vuestro Santo Ser Crístico pulsando y real, que ha esperado durante aeones de tiempo por la oportunidad de exteriorizar Su Majestuosa Gloria a través de la vestimenta de carne provista por Su Propio Amor! ¡Ojalá pudiera poner Mis manos sobre vuestros oídos para que estos se abrieran a escuchar la Voz de vuestra Presencia y sintieran la UNICIDAD entre esa Presencia y el latido de vuestro corazón!



Amados Míos, durante muchos millones de años este exquisito y perfecto Ser —a quien es Mi privilegio y honor representar para toda la evolu­ción— ha sostenido la vida de vuestro mismísimo cuerpo, os ha envuelto en una radiación de protección de manera que la luz de vuestra alma no fuera extinguida por los excesos de vuestro uso de las energías vitales en la satisfacción de los sentidos. Hemos llegado ahora a un Momento Cósmico en que estos Santos Seres Crísticos han pedido a la Ley Cósmica una oportunidad para apartar vuestro libre albedrío el tiempo suficiente para daros Perfección; para quitaros sólo la cantidad suficiente de ese libre albedrío mediante el cual habéis tejido vuestras cade­nas y miserias, de manera que podáis saborear la felicidad que emana de la cooperación con la Ley de Armonía, Belleza y Suministro Infinito.

LA UNICIDAD DE TU "PRESENCIA YO SOY" Y TU CORAZÓN



Oh, amados hijos míos, Estoy aquí de pie con la cabeza descubierta y el corazón reverente, adorando la Pre­sencia Activa de Dios Todopodero­so consagrada en el tabernáculo de vuestros propios corazones precio­sos, de manera que puedan ustedes conocer y sentir Conmigo el Poder, la Majestad y la Maestría que está contenida dentro de esa Presencia que es el latido físico de vuestro corazón humano; de manera que puedan descansar la conciencia externa en el Padre y en la conciencia de esa Omni-Presencia, y SEPAN que dentro de ese latido está TODO EL PODER por el cual los mismísimos Soles están suspendidos en el Universo, las Estrellas si­guen sus cursos asignados; los Maestros, Devas, Án­geles y Señores Cósmicos tejen la Sustancia-Luz Uni­versal en forma, creando y sosteniendo galaxia tras galaxia. ESE es el Poder de la Omnipresente Llama Divina que está contenida en el latido del corazón humano de todo espíritu encarnado en esta Tierra, y de todos los demás grupos que pertenecen a cualquier sistema que órbita en el espacio interestelar.

¡Quisiera transmitirles Mi convicción del Poder que está dentro de la Presencia de Dios! ¿Se erguirán ustedes Conmigo en su conciencia externa y escudriña­rán ese Santuario —el Santo de los Santos— el Taber­náculo Sagrado adentro donde está anclada esta Mag­na e Infinita Presencia de Dios, y SENTIRÁN Conmi­go la Verdad de las palabras que Mi Hijo, al hablar de ese Poder, dijo: «Ya que Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria por siempre»